Así son los materiales con los que se fabrican los azulejos.
¿Sabrías decir de qué están hechos los azulejos? En primer lugar, debes saber que pueden realizarse tanto con pasta roja o pasta blanca, en función del diseño o los acabados que queramos dar al material.
Aunque en este artículo profundizaremos sobre las características que tiene cada uno de estos materiales, la diferencia más relevante entre la pasta roja y la pasta blanca reside en las arcillas y arenas utilizadas en su fabricación y que comportan diferencias en sus propiedades y características.
Los azulejos de pasta roja (o arcilla con alto contenido en ácidos que dan ese tono tan característico) se utilizan principalmente en interiores, ya que no soportan cambios bruscos de temperatura. Además, sus formatos son más pequeños que los de la arcilla blanca y suelen tener canto o biselado.
Así pues, crean lo que se conoce como gres cerámico, un material más poroso que el porcelánico con una excelente relación calidad-precio y muy versátil a la hora de utilizarlo en proyectos de arquitectura, reformas o interiorismo.
Por su parte, si hay algo por lo que destaca la pasta blanca (o arcilla blanca), es por conseguir acabados más realistas y perfectos que la pasta roja. Esta materia prima se utiliza para fabricar el gres porcelánico, dando lugar a un azulejo muy resistente, menos poroso y mucho más denso que el gres cerámico. Es un material que destaca por su gran resistencia y versatilidad. Su coste es algo más elevado y su colocación algo más compleja.
Un azulejo muy resistente, menos poroso y mucho más denso que el gres cerámico.
Ambos materiales presentan también diferencias a la hora de la colocación. Las baldosas de pasta roja suelen ser más pequeñas que las de porcelánico, disponibles en grandes formatos. Además, el diseño y el material de los suelos de gres permiten juntas algo mayores, lo que facilita el proceso de colocación.
Cuando hablamos de suelos de porcelánico, la colocación requiere más experiencia, sobre todo cuando nos referimos a piezas de gran tamaño que pueden llevar juntas muy finas o casi invisibles cuando el material está rectificado.
A pesar de sus diferencias (evidentes y no tan evidentes), en general, ambos materiales pueden ser utilizados tanto para pavimentos como revestimientos, aunque difieren en su resistencia y en las recomendaciones de uso. Eso sí, gracias al gran abanico de opciones que ofrece la cerámica, seguro que encuentras el material que mejor se adapta a tus necesidades y al lugar en el que lo vas a colocar.
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