Los azulejos puede simular materiales naturales con todas las ventajas del porcelánico.
Cada vez son más los arquitectos e interioristas que apuestan por el diseño natural en sus espacios. La escasez de espacios verdes en grandes ciudades es uno de sus grandes precursores, pero también en pueblos y casas de campo se busca traer al interior la naturaleza del exterior.
Para restablecer esa conexión con el medio ambiente contamos con todo tipo de recursos: muebles de madera, plantas de interior, estampados textiles con motivos florales… En este sentido, las baldosas cerámicas se integran como un elemento decorativo más que puede ayudar a reforzar el efecto calmante y orgánico de la naturaleza. Las múltiples características que dan forma a su aspecto final son el secreto.
Las últimas tecnologías de impresión permiten a los azulejos alcanzar tonalidades que nos remiten inmediatamente a materiales naturales. Diferentes escalas de marrones, grises o blancos nos recuerdan a los colores más habituales que podemos encontrar en piedras y maderas como el granito o la del cerezo.
Como es lógico, estas gamas de color no se presentan de forma homogénea en la superficie, sino que se distribuyen de manera más o menos desigual en la pieza final. Con esos pequeños detalles se consigue emular la perfecta imperfección que hace tan bella y acogedora la naturaleza.
Este punto nos remite a las texturas visuales. Con esos cambios de color pueden dibujarse en las superficies de los azulejos diferentes patrones que recuerdan a piedras y maderas reales. El característico veteado de la madera variará en tonalidad, grosor y formas según el tipo de madera que se busque evocar.
Los azulejos de estilo rústico presentan recuerdan al desgaste natural, y se diferencian decididamente del mármol, con un aspecto visual mucho más suave y elegante.
Cabe destacar que en algunas colecciones están presentes en acabados como el pulido, el alto brillo o el mate, y el tacto de la superficie también cambiará en consecuencia. Esta característica nos permitirá regular si queremos un aspecto final de la superficie más moderno, más lujoso o más alineado con la estética natural.
Pero el look de las baldosas porcelánicas puede trabajarse más allá del color y de los acabados. Existen colecciones especiales que permiten que el gres cerámico cuente con relieve. Esta característica permite impulsar el valor táctil y visual de las superficies, que serán más realistas que nunca, y ofrecen variaciones de color muy interesantes gracias a zonas más o menos iluminadas.
Ya sea como pavimento o como revestimiento, el relieve intensificará la sensación de estar ante una superficie real de madera o de todo tipo de piedras naturales.
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